martes, 21 de febrero de 2012

Cuenca del Mississippi III: los afluentes


El principal afluente del Mississippi es el río Missouri, que tiene la particularidad de ser aún más largo que su colector: con sus 4.130 km de longitud, es el segundo río norteamericano por extensión (si se considera el largo del Mckenzie desde las nacientes del río Peace, ver entrada correspondiente). Su caudal medio es de unos 2.450 m3/seg., y su régimen es de los llamados "de deshielo", con crecidas durante la primavera. Eso se debe a que sus fuentes -al igual que las de todos los afluentes y subafluentes de la margen derecha del Mississippi- se ubican en las Rocky Mountains, y al pasar el invierno el aumento de temperatura primaveral brinda abundante agua al licuarse las nieves.
La foto superior muestra al Missouri a su paso por los alrededores de Jefferson City; la segunda, la cascada del río Yellowstone y el cañón por el que se abre paso entre las Rocallosas, en el parque nacional que lleva su nombre; la tercera, a la ciudad de Saint Louis con su arco característico, lugar donde el Missouri finaliza su largo trayecto.
































Más al S se halla el río Arkansas. En este caso vemos el puente que une el centro de Little Rock (capital del estado de Arkansas y lugar de origen de Bill y Hillary Clinton) con sus suburbios de la orilla opuesta.

El Red River (río Rojo) hace honor al color de sus aguas. Durante parte de su curso forma la frontera entre los estados de Texas y Oklahoma.
Así como los afluentes occidentales nacen en las Rocallosas, los orientales lo hacen en los montes Apalaches. Tal es el caso del Tennessee, que desemboca en el Ohio poco antes de que este río, a su vez, vierta sus aguas al colector (se puede ver la fotografía de la desembocadura del Ohio en la entrada correspondiente a la Cuenca del Mississippi).
El Ohio, por su parte, nace en la ciudad de Pittsburgh, donde confluyen sus afluentes Allegheny y Monongahela. Otra ciudad importante levantada en su orilla es Cincinnatti.
Tanto el Mississippi como muchos de sus afluentes y subafluentes son usados en forma intensiva para el tráfico fluvial, y gracias al dragado pueden ser recorridos por barcos de ultramar; fueron construidos canales para comunicar esta red navegable a los Grandes Lagos (salida al Atlántico N a través del río San Lorenzo). Pero a veces ocurren accidentes, como el del carguero de la última fotografía, que se llevó por delante un puente en el río Tennessee.

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