La primera imagen corresponde a un puente destruido durante la inundación del Piura, en la ciudad homónima, en marzo de 1998. El caudal creció hasta un total de unos 4.400 m3/seg. (unas cuatro veces más que el caudal promedio) debido a las lluvias provocadas por la Corriente del Niño.
El Callejón de Huayla es el lugar donde cavó su quebrada el río Santa, para avanzar primero de S a N y luego de E a O, y así alcanzar el Pacífico. Tanto en su tramo andino (Chavín de Huántar) como en el costeño (Moche, Lambayeque, Chimor) sus aguas permitieron la existencia de varias de las principales culturas prehispánicas del Perú.
El Rímac no es un río muy caudaloso, ni muy largo tampoco. Su importancia está en que a sus orillas, cerca de su desembocadura, los españoles fundaron Lima como capital del Virreinato del Perú.
Luego de su nacimiento en los Andes y de cruzar por la Cordillera de la Costa, el río pasa por el N de la capital peruana antes de volcar sus aguas (ya contaminadas desde las orillas limeñas) al Pacífico.
Desde el Rímac hacia el S, los ríos son mucho menos caudalosos. El Pisco (siguiente foto), con una crecida que alcanza a sólo unos 40 m3/seg. (comparar con el volumen hídrico de los mayores ríos americanos) es señalado en el comentario adjunto a esta foto como capaz de inundar a la ciudad homónima, situada en su desembocadura y que sufrió un terremoto en 2006.
Apenas al S del Pisco avanza el Ica, con una aceptable cantidad de agua (promedio de 600 m3/seg.). En las zonas regadas por estos dos ríos se desarrollaron las culturas prehispánicas de Paracas y Nazca.
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