Casi en la frontera con Perú se extiende el río Lluta, gracias al cual obtienen agua los habitantes de Arica. Su régimen es pluvial, debido a lluvias que caen en el Altiplano (no muy lejos del límite con Bolivia y Perú) en enero y febrero. Su longitud es de apenas 147 km, y su cuenca, de pobres 3.400 km2. Más sorprendente aún resulta saber que en sus últimos 70 km se ha desarrollado un mini-oasis de cultivo, que provee de vegetales frescos básicamente a Arica, teniendo en cuenta su caudal promedio: ¡2,3 m3/seg.!
Y ya que estamos con cuestiones sorprendentes: la foto es del Lluta a la altura del puente de la carretera Panamericana, a poca distancia del límite entre Chile y Perú, y cerca de su desembocadura en el Pacífico. Lo extraño es que el comentario añadido originalmente a esta imagen habla de... ¡anegamientos por inundación! A eso me refería en el primer párrafo, ya que un mínimo aumento del caudal provoca complicaciones (más allá de lo útil que resulta).
El río Loa es el más largo de Chile, con unos 440 km de longitud; su cuenca es también la mayor del país trasandino, con unos 33.500 km2. Así y todo, su caudal medio no es más que de 2,43 m3/seg. Estamos ante una de las únicas (y la mayor) fuentes de agua de la zona más árida del mundo, y en ese aspecto hay que entender su importancia: abastece de agua a Calama -aprox. 140.000 hab.- y permite cultivos de hortalizas en sus alrededores, además de brindar el recurso hídrico a Chuquicamata, la mayor mina a cielo abierto del mundo (se obtiene cobre). Las fotos muestran su paso por una quebrada transversal a la cordillera de la Costa, y por la puna de Atacama.
El límite S del desierto de Atacama lo configura el río Copiapó, que corre junto a la ciudad homónima. Sin embargo, el uso de sus aguas para la minería y la agricultura está provocando el riesgo de falta de líquido para el consumo humano, ya que se consume más agua que la que el río envía.