jueves, 17 de octubre de 2013
martes, 18 de junio de 2013
Cuenca del Plata II: el Alto Paraná y sus afluentes
El Paraná nace en el centro del Brasil, más precisamente en la confluencia de los ríos Paranaíba (al que se observa en la primera foto, en una vista aérea) y Grande. Provinietes de diversas serranías, sus respectivas fuentes están separadas por pocos kilómetros de las del río Sao Francisco y sus afluentes. El Paranaíba forma el límite entre Minas Gerais y Goiás; mientras el Grande es la frontera entre Minas Gerais y Sao Paulo.
A partir de dicha confluencia, avanza en dirección N-S siendo límite entre los estados de Sao Paulo y Paraná (en su ribera izquierda) con Matto Grosso do Sul y la república del Paraguay, en la derecha. Uno de sus mayores y más largos afluentes es el Tieté, que nace a poca distancia del mar en las serranías que se hallan entre las ciudades de Sao Paulo y su puerto, Santos. Al cruzar por la mayor ciudad sudamericana, el cauce del Tieté fue rectificado en una distancia de varios kilómetros. Aunque no se puede decir que esté perfectamente limpio, en los últimos años las autoridades lograron mejorar bastante su aspecto (y la composición química de sus aguas), ya que tiempo atrás estaba tan contaminado como el Riachuelo.
Otro de los mayores afluentes del Paraná, con unos 1320 km de longitud y un caudal promedio de unos 1750 m3/seg., es el Iguazú. Nace en la Serra do Mar, en el estado brasileño de Paraná, y poco más adelante pasa junto a su capital, Curitiba.
En su curso ya funcionan tres centrales hidroeléctricas, y hay otra en construcción por estos días (mediados de 2013). Las Cataratas, una de las 7 Maravillas Naturales de la Humanidad a partir de la votación llevada a cabo en 2012 por la UNESCO, deben su existencia a la presencia de rocas basálticas dificilísimas de erosionar por parte del agua, a la vez que al fenómeno de erosión retrocedente provocado por el avance de las aguas del Paraná a una altura mucho menor. Esto es lo que hace a las aguas del Iguazú (lo mismo que a casi todos sus afluentes en la región) atravesar rápidos y saltos para alcanzar la cota del río colector. La Garganta del Diablo se va extendiendo, de modo imperceptible a simple vista, y alejándose centímetro a centímetro de los demás saltos que integran el conjunto de cascadas del río.
Se pueden apreciar las paredes rocosas de la meseta, como así también el entorno selvático (propio del clima subtropical sin estación seca) protegido por parques nacionales tanto en la costa brasileña como en la argentina.
No sólo sus afluentes sortean rápidos y cataratas: en el límite entre Brasil y Paraguay se hallaban los Saltos del Guayrá (Sete Quedas para los brasileños), que quedaron sumergidos tras el colmatamiento del lago artificial creado para cubrir las necesidades de la central de Itaipú.
Aguas abajo del Iguazú, los arroyos misioneros también deben avanzar por la meseta. Y por eso mismo, también hay infinidad de saltos en dicha provincia. Quizás el más espectacular sea el Salto Encantado del arroyo Cuñá Pirú, con 64 metros de caída.
Luego de su paso por Posadas-Encarnación que podemos observar en la última fotografía, con el puente internacional San Roque González de Santa Cruz en primer plano, el Paraná superaba los rápidos de Apipé. En ese sitio fue construida la central de Yacyretá entre Argentina y Paraguay. Comparte varias características con Itaipú: su tamaño, capacidad de producción y los respectivos lagos artificiales son muy similares. Y además comparte el apodo de "monumento a la corrupción" (en el caso argentino, aplicable a todos los gobiernos desde el de María Estela Martínez de Perón hasta el de Duhalde, o sea, de mediados de la década del '70 hasta principios del siglo XXI).
Cuenca del Plata I: Características generales
Más allá de las discrepancias que se pueden encontrar respecto a la superficie total de la cuenca (en Wikipedia figura como de 3.200.000 km2; el ingeniero Héctor Ceppi, por su parte, le asigna 4.350.000 km2; y podrían publicarse aún otras cifras dependiendo de la fuente consultada), hay consenso generalizado en cuanto a considerarla la segunda mayor del mundo, sólo superada por la Amazónica -ver entradas correspondientes en el blog-. El caudal medio del río de la Plata en donde su estuario se va mezclando con las aguas del Atlántico es de unos 23.000 m3/seg. Y a estos datos iniciales no debe dejar de sumársele su particular situación: en la cuenca se localizan la mayor parte de las principales ciudades sudamericanas (Sao Paulo, Buenos Aires, Curitiba, Goiania, Brasilia, Montevideo, Asunción, Rosario, Campinas, Ribeirao Preto, La Plata, etc.) donde viven casi 100 millones de habitantes, y las dos grandes áreas industriales del subcontinente -una parte del Triángulo Sao Paulo/Rio do Janeiro/Belo Horizonte, y la totalidad de la ribera Santa Fe/La Plata-.
Por supuesto, una cuenca tan extensa presenta diferentes características climáticas que reflejarán, entonces, regímenes hidrográficos variables. Tanto el Paraná como sus afluentes brasileños, misioneros y del Oriente paraguayo recorren regiones tropicales y subtropicales lluviosas durante todo el año, pero con un aumento de las precipitaciones en el verano. Por lo tanto, históricamente el Paraná solía aumentar su caudal a finales de dicha estación y hasta las primeras semanas del otoño. Esto cambió a partir de la proliferación de centrales hidroeléctricas, tanto en este río como sus afluentes (en especial, el Iguazú). Ahora, los niveles hídricos aguas abajo de las centrales tienen más que ver con las exigencias de un mayor o menor nivel en cada una de ellas. Esto a veces agrava los problemas naturales del clima: en épocas de pocas lluvias tenderán a retener agua para mantener la productividad; y en temporadas de precipitaciones excesivas se hace fluir un mayor caudal para evitar inundaciones (por supuesto, ambas situaciones repercuten negativamente aguas abajo). Bajo estas líneas, Itaipú (unos 30 km aguas arriba de la triple frontera, uno de los monumentos a la corrupción de la dictadura del gral. Stroessner en Paraguay, y hasta hace pocos años la mayor central hidroeléctrica en funcionamiento).
La siguiente imagen satelital muestra gran parte de la cuenca. Se advierten las mayores ciudades, en color gris (comparar con el primer mapa de esta entrada), los cambios de color en el río de la Plata a medida que las aguas oceánicas se hacen predominantes frente a las cargadas de sedimentos, los cursos de ríos como el Paraná, Paraguay, Bermejo y Pilcomayo, y la presencia de la selva en Misiones, que contrasta con toda nitidez frente a las zonas circundantes, desforestadas casi en su totalidad, del E paraguayo y SE brasileño.
Basten un par de fotos en relación al poblamiento y desarrollo socioeconómico logrado en ciertas zonas de la cuenca: Sao Paulo, una de las 4 o 5 mayores ciudades del mundo (junto a México DF y Tokio, tal vez con alguna del SE asiático como Yakarta o alguna china, como Beijing o Shanghai);
Curitiba, capital del estado de Paraná en el SE brasileño;
...y Buenos Aires, vista desde el río y con un primer plano del puerto y el barrio de Retiro, donde se notan la Villa 31, la Terminal de Ómnibus, las estaciones de los ferrocarriles San Martín, Belgrano Norte y Mitre, la Torre de los Ingleses y Plaza San Martín.
domingo, 9 de junio de 2013
Río Sao Francisco
Se trata de un río de unos 2800 km de longitud, que nace en el estado brasileño de Minas Gerais y recorre el Sertao, la zona semidesértica del NE del Brasil también conocida como Caatinga. Su caudal medio -muy fluctuante entre épocas de lluvia y sequía a lo largo del año (comparar con el cuadro relativo al río Tocantins)- es de unos 3000 m3/seg., es decir, muy inferior a los mayores afluentes de la cuenca amazónica o aún al sistema Tocantins-Araguaia. Sin embargo, su importancia es fundamental para el desarrollo de las actividades productivas en las áreas que atraviesa.
Nace en el SO de Minas Gerais, y recibe múltiples afluentes de ese estado (entre ellos al Río Das Velhas) e incluso alguno del Distrito Federal. Avanza al N, atravesando luego el O de Bahía. Luego su curso vira en dirección SE. Primero es frontera interestadual entre Bahía (capital: Salvador) y Pernambuco (capital: Recife), luego entre Alagoas (capital: Maceió) y Sergipe (capital: Aracajú), hasta desembocar en el Atlántico.
El río Das velhas corre junto a los suburbios del E de Belo Horizonte (3ª ciudad más poblada de Brasil), y sufre las consecuencias de la contaminación propia de los sitios donde los desechos industriales y cloacales son vertidos sin tratamiento previo (ver entrada referente al río Cauca, al lago Maracaibo, etc.).
La toma siguiente es de la zona cercana a las fuentes del Sao Francisco, en la Serra da Canastra. Se nota en la misma el relieve propio de la Meseta Brasileña, con el agua aprovechando para discurrir a través de una pequeña falla tectónica (al igual que los ríos y arroyos de la Meseta Misionera, y que los ríos en la Meseta Patagónica).
Aunque no se trate ni por lejos de un río especialmente caudaloso o extenso para lo que es el Brasil (comparar con los de la cuenca Amazónica), sí es, en cambio, el más aludido en la cultura popular, el folclore y las canciones. Esto se debe en parte a su importancia para la población sertaneja, y al hecho de que estas regiones se hallan habitadas por portugueses, esclavos y mestizos desde principios del s. XVII.
Ya lejos del Sertao, la desembocadura (foz en el portugués brasileño) en las cálidas aguas del Atlántico, en el límite entre Sergipe y Alagoas, nos muestra una de las tantas imágenes paradisíacas de la costa nordestina, con las clásicas lanchas para pasear tanto en el mar de aguas calmas, como hacia el interior.
Nace en el SO de Minas Gerais, y recibe múltiples afluentes de ese estado (entre ellos al Río Das Velhas) e incluso alguno del Distrito Federal. Avanza al N, atravesando luego el O de Bahía. Luego su curso vira en dirección SE. Primero es frontera interestadual entre Bahía (capital: Salvador) y Pernambuco (capital: Recife), luego entre Alagoas (capital: Maceió) y Sergipe (capital: Aracajú), hasta desembocar en el Atlántico.
El río Das velhas corre junto a los suburbios del E de Belo Horizonte (3ª ciudad más poblada de Brasil), y sufre las consecuencias de la contaminación propia de los sitios donde los desechos industriales y cloacales son vertidos sin tratamiento previo (ver entrada referente al río Cauca, al lago Maracaibo, etc.).
La toma siguiente es de la zona cercana a las fuentes del Sao Francisco, en la Serra da Canastra. Se nota en la misma el relieve propio de la Meseta Brasileña, con el agua aprovechando para discurrir a través de una pequeña falla tectónica (al igual que los ríos y arroyos de la Meseta Misionera, y que los ríos en la Meseta Patagónica).
Aunque no se trate ni por lejos de un río especialmente caudaloso o extenso para lo que es el Brasil (comparar con los de la cuenca Amazónica), sí es, en cambio, el más aludido en la cultura popular, el folclore y las canciones. Esto se debe en parte a su importancia para la población sertaneja, y al hecho de que estas regiones se hallan habitadas por portugueses, esclavos y mestizos desde principios del s. XVII.
Ya lejos del Sertao, la desembocadura (foz en el portugués brasileño) en las cálidas aguas del Atlántico, en el límite entre Sergipe y Alagoas, nos muestra una de las tantas imágenes paradisíacas de la costa nordestina, con las clásicas lanchas para pasear tanto en el mar de aguas calmas, como hacia el interior.
martes, 2 de abril de 2013
Sistema fluvial Araguaia-Tocantins
El Tocantins, junto a su afluente "casi gemelo" Araguaia -en el sentido de sus múltiples similitudes: nacen en la meseta del Matto Grosso, avanzan en sentido S-N de modo casi paralelo hasta unirse, sus caudales y regímenes (ver el cuadro donde se aprecia caudal y régimen del Tocantins) también son semejantes-, avanza a lo largo de unos 2400 km en territorio brasileño. Debido a que no vierte sus aguas directamente al océano, sino que su estuario se une a una de las bocas (la más austral) del Amazonas, al S de la isla Marajó, a veces se considera a estos ríos como integrantes de la cuenca amazónica.
El Tocantins es el río que aparece en la parte inferior derecha de la imagen satelital, mientras se observa al curso principal del Amazonas desembocando por el N de la isla. Es cuestión de interpretación, y por lo tanto pueden encontrarse ambos puntos de vista en diversas publicaciones.
Se hallan en la región de transición entre el Planalto de Matto Grosso (cuenca superior y media de ambos ríos), la Amazonia hacia el O y el Sertâo (la región semidesértica y más pobre del Brasil) al E.
Se nota con claridad cómo el caudal varía de acuerdo a la época seca o lluviosa. El caudal medio está entre los 11.000 y 14.000 m3/seg., con registros extremos de 1.775 y 50.000. También estos cursos de agua fueron aprovechados para la generación de energía eléctrica, con centrales enormes como la de Tucuruí (que no es la única, pero sí la mayor de esta cuenca).
Belém, ciudad de 1.400.000 hab., se halla situada sobre su estuario. Es ahí donde las comunicaciones de la Amazonia, incluso de lugares tan distantes como Iquitos, se conectan con el Atlántico.
El Tocantins es el río que aparece en la parte inferior derecha de la imagen satelital, mientras se observa al curso principal del Amazonas desembocando por el N de la isla. Es cuestión de interpretación, y por lo tanto pueden encontrarse ambos puntos de vista en diversas publicaciones.
Se hallan en la región de transición entre el Planalto de Matto Grosso (cuenca superior y media de ambos ríos), la Amazonia hacia el O y el Sertâo (la región semidesértica y más pobre del Brasil) al E.
Se nota con claridad cómo el caudal varía de acuerdo a la época seca o lluviosa. El caudal medio está entre los 11.000 y 14.000 m3/seg., con registros extremos de 1.775 y 50.000. También estos cursos de agua fueron aprovechados para la generación de energía eléctrica, con centrales enormes como la de Tucuruí (que no es la única, pero sí la mayor de esta cuenca).
Belém, ciudad de 1.400.000 hab., se halla situada sobre su estuario. Es ahí donde las comunicaciones de la Amazonia, incluso de lugares tan distantes como Iquitos, se conectan con el Atlántico.
lunes, 25 de marzo de 2013
Cuenca Amazónica VII: otros afluentes de su margen meridional
De los muchísimos ríos que podrían ser incluidos en esta lista, algunos se destacan por su longitud, caudal y/o la superficie de sus respectivas cuencas. Yendo siempre en el sentido de la corriente del colector (de O a E, hasta llegar al Atlántico), es insoslayable la importancia del Tapajós y el Xingú. Ambos nacen en las serranías del Matto Grosso (el Tapajós en la sierra de Diamantino, con el nombre de Teles Pires; el Xingú algo más al E, en el Planalto) y siguen un curso S-N. En la imagen se aprecia la desembocadura del Tapajós, junto a la ciudad de Santarém. Lo particular es que forma un ancho estuario interior, que llega a los 12 km de orilla a orilla en la confluencia con el Amazonas (que no es tan ancho en esa zona), pero su profundidad promedio ahí es de sólo 40 cm, creando complicaciones para la navegación.
Esta hermosa imagen aérea de las playas del Tapajós podría confundir al observador respecto a que si no se tratara en realidad de la costa marítima. Lo curioso es que su fuente es una publicación local que se refiere a la seca -es decir, al poco caudal que tiene en esos momentos el río-, ya que corresponde a octubre, en medio de la época de pocas lluvias (de mayo a noviembre, aproximadamente). Cabría imaginarse cómo se vería esta misma toma con el río crecido...
Así como en el caso del Tapajós y la gran mayoría de los ríos nacidos en el Matto Grosso y que recorren la Llanura Amazónica, el Xingú también tiene múltiples cachoeiras que dificultan la navegabilidad, pero que brindan la oportunidad para la proyección de megacentrales hidroeléctricas. Tal el caso de la cachoeira de la foto, en donde el gobierno brasileño tiene previsto construir una represa que se convertiría en una de las tres mayores del mundo. Sin embargo, esta decisión cuenta con el fuerte rechazo de organizaciones ecologistas, debido al daño ambiental que provocaría (así como otras apenas menores previstas en el curso del Tapajós y del Madeira) y por la inundación de extensos territorios pertenecientes a pueblos indígenas, como los kaiapós (o kayapós).
A medida que las aguas avanzan al N, hacia el Amazonas, estas cachoeiras van siendo cada vez menores y más infrecuentes. En cambio, ya aparecen las clásicas características apreciables en la cuenca. Se destacan en la imagen los pequeños brazos o riachos que se multiplican a ambos lados del (o de los) curso principal (o principales).
Esta hermosa imagen aérea de las playas del Tapajós podría confundir al observador respecto a que si no se tratara en realidad de la costa marítima. Lo curioso es que su fuente es una publicación local que se refiere a la seca -es decir, al poco caudal que tiene en esos momentos el río-, ya que corresponde a octubre, en medio de la época de pocas lluvias (de mayo a noviembre, aproximadamente). Cabría imaginarse cómo se vería esta misma toma con el río crecido...
Así como en el caso del Tapajós y la gran mayoría de los ríos nacidos en el Matto Grosso y que recorren la Llanura Amazónica, el Xingú también tiene múltiples cachoeiras que dificultan la navegabilidad, pero que brindan la oportunidad para la proyección de megacentrales hidroeléctricas. Tal el caso de la cachoeira de la foto, en donde el gobierno brasileño tiene previsto construir una represa que se convertiría en una de las tres mayores del mundo. Sin embargo, esta decisión cuenta con el fuerte rechazo de organizaciones ecologistas, debido al daño ambiental que provocaría (así como otras apenas menores previstas en el curso del Tapajós y del Madeira) y por la inundación de extensos territorios pertenecientes a pueblos indígenas, como los kaiapós (o kayapós).
A medida que las aguas avanzan al N, hacia el Amazonas, estas cachoeiras van siendo cada vez menores y más infrecuentes. En cambio, ya aparecen las clásicas características apreciables en la cuenca. Se destacan en la imagen los pequeños brazos o riachos que se multiplican a ambos lados del (o de los) curso principal (o principales).
domingo, 24 de marzo de 2013
Cuenca Amazónica VI: sub-cuenca del río Madeira
Con un caudal medio de aproximadamente 17.500 m3/seg. (llegando a cifras mayores a los 32.000 m3/seg. en registros correspondientes al mes de marzo de determinados años, como 1996 y 1997), el Madeira es superado sólo por el Negro en cuanto al caudal que le aporta al Amazonas. Se trata de su mayor afluente por la margen derecha, con una cuenca de 1.420.000 km2, repartidos entre Brasil, Bolivia y Perú. De hecho, es el colector de todos los ríos de la Amazonia boliviana, incluyendo algunos tan importantes como el Mamoré y el Beni.
La siguiente imagen es semejante a la de otros tantos sitios de la enorme cuenca amazónica: los clásicos barquitos para el transporte fluvial, que aún ahora siguen siendo la vía de comunicación fundamental para sus habitantes. Recién está en construcción el primer puente sobre el río, en Porto Velho (capital del estado de Rondonia), ciudad de casi 400.000 habitantes. Sería un paso fundamental para su conexión por carretera con Manaus.
Antes de llegar a Porto Velho, el río (si bien ya se halla en la Llanura Amazónica) debe sortear una serie de rápidos y pequeñas cascadas, llamadas cachoeiras por los brasileros. Esto se debe a que bajo la capa de sedimentos que forman la llanura se encuentran las rocas del macizo precámbrico de Brasilia, que a pesar de su antigüedad son muy difíciles de erosionar -debido a su dureza- por los ríos.
Si bien a Bolivia lo solemos imaginar como el país del Altiplano, el mayor porcentaje de su superficie corresponde a la llanura selvática del Amazonas (lo que ocurre es que dicha región está, como ya se ha expresado en otra entrada, casi deshabitada). Así podemos verlo al río Mamoré.
Por detrás de La Paz, y con 1.500.000 hab., Santa Cruz de la Sierra es la segunda ciudad de Bolivia. En esta fotografía aérea se ve al río que la bordea por el O y NO, afluente del Mamoré y por ello, subafluente del Madeira.
La siguiente imagen es semejante a la de otros tantos sitios de la enorme cuenca amazónica: los clásicos barquitos para el transporte fluvial, que aún ahora siguen siendo la vía de comunicación fundamental para sus habitantes. Recién está en construcción el primer puente sobre el río, en Porto Velho (capital del estado de Rondonia), ciudad de casi 400.000 habitantes. Sería un paso fundamental para su conexión por carretera con Manaus.
Antes de llegar a Porto Velho, el río (si bien ya se halla en la Llanura Amazónica) debe sortear una serie de rápidos y pequeñas cascadas, llamadas cachoeiras por los brasileros. Esto se debe a que bajo la capa de sedimentos que forman la llanura se encuentran las rocas del macizo precámbrico de Brasilia, que a pesar de su antigüedad son muy difíciles de erosionar -debido a su dureza- por los ríos.
Si bien a Bolivia lo solemos imaginar como el país del Altiplano, el mayor porcentaje de su superficie corresponde a la llanura selvática del Amazonas (lo que ocurre es que dicha región está, como ya se ha expresado en otra entrada, casi deshabitada). Así podemos verlo al río Mamoré.
Por detrás de La Paz, y con 1.500.000 hab., Santa Cruz de la Sierra es la segunda ciudad de Bolivia. En esta fotografía aérea se ve al río que la bordea por el O y NO, afluente del Mamoré y por ello, subafluente del Madeira.